domingo, 1 de noviembre de 2009

Sin su mar

A través de Gonzalo Moure, me asomo a la realidad de los que (mal)viven en un desierto de arena, desterrados, desposeídos. Duele pensar en esa miseria, en esa injusticia. Sobre todo duele pensar en los niños, en medio de la nada que quema, sin el mar del que les han alejado. Los que escribimos también para ellos desearíamos poder hacerles soñar, al menos eso.

El Bubisher es un bibliobús cargado de libros (y, por lo tanto, cargado de sueños) que se desplaza a las escuelas de los campamentos. Con esos sueños, y el trabajo de los voluntarios, algunas flores ya están brotando en un terreno estéril. Colaborar, o no, con ellos, es una decisión personal, pero saber que existen es juntar gotas de agua para aliviar la sed del desierto.

2 comentarios:

Gracia Iglesias dijo...

Colaboré en la presentación del Bubisher en Madrid y tengo pendiente viajar al Sahara para hacer lo que tú, por lo que veo en la foto, ya has hecho: ir a leer cuentos al desierto.
Gonzalo es un tipo increíble y muy comprometido. ¿Conoces a los poetas de la Generación de la Amistad? Escriben cosas maravillosas.

anna dijo...

No, Gracia. No he estado en el desierto, pero hay otras maneras de colaborar con ellos. Cómo no implicarse, ¿verdad?
Gonzalo es un hombre de corazón grande. Leerle y/o escucharle, sacude y conmueve.
Buscaré a esos poetas.